jueves, 18 de febrero de 2016

EXPERIENCIAS QUE NUNCA OLVIDARAN NUESTROS HIJOS

Ver como las calles de Surin se abarrotan de elefantes

Es sin duda una de las experiencias que los niños no olvidadaran

Cada año se celebra en la localidad tailandesa de Surin el Round Trip Festival donde mahouts de todas las partes acuden con sus elefantes domesticados imbadiendo las calles de esta localidad .



AL final del desfile de hay un buffet libre de frutas donde los animales se pueden saciar, la gente puede encontrar la foto más deseada y también se puede montar encima de uno de los cientos de elefantes que rondan la zona.


En otro escenario hay la representación de una lucha con guerreros montados en sus elefantes.

 

 

Saltar por encima de la calzada de los gigantes en Irlanda del Norte 

      Un parque infantil creado por la acción de la naturaleza.

 

Pisar una de las piedras formadas por columnas basálticas que forman parte de la Calzada del Gigante Giant’s Causeway ubicada en la localidad norte irlandesa de Antrim es una experiencia que los pequeños no van a olvidar: estas columnas afloran la costa hasta quedar sumergidas en el mar pudiendo apreciar las formas que la naturaleza ha moldeado, cualquier información y fotos se pueden encontrar por la web pero merece la pena una visita donde se marcan diferentes itinerarios, desde saltar por las columnas que sobresalen del mar hasta circuitos aéreos donde apreciar una visión panorámica  la inmensidad  construcción de la naturaleza.

 

 

           

 Bañarse con los elefantes en una playa de la isla Tailandesa de Koh lanta

 

Es sin duda una de las experiencias que los niños no olvidadaran ya que la combinación de playa, sol y animales se puede percibir en pocos rincones del planeta.

En este caso las playas de esta isla del sur de mar de Andaman ofrecen esta combinación de requisitos ya que muchos elefantes se pasean por la playa como otros sitios de este pais.

Las opciones que se pueden hacer en este lugar es:

Dar un paseo subidos en los lomos de un elefante, darle de comer mientras el animal este descansado del calor, contemplar como los elefantes se bañan en el mar mientras las olas peinan sus extremidades, disfrutar del baño conjuntamente con estos voluminosos animales.

Todo esto en el que el elefante es un símbolo en este país, tanto que ha conllevado a ver a estos animales domesticados  por todos los rincones del pais.
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MEJORES EXPERIENCIAS LACTANTANTES POR EL MUNDO


A menudo cuando se quiere alimentar a un bebe se requiere una preparación ya sea por biberón o lactancia pero a menudo los más pequeños necesitan una atención inmediata y requiere una improvisación efectiva y resolutiva cuando estas en una cultura, país o clima diferente….y incluso en la nuestra una cosa tan natural puede que este vetado o la gente evite hacerlo en un lugar público.



Cuando salimos de nuestro entorno con un bebe que necesita alimentarse y no puedes prevenirlo ya que en el caso de la lactancia materna no es matemático sino que el propio bebe que demanda y en ese país que te encuentres fuera de un espacio intimo para ti pueden pasar ciertas cosas que quizás aquí serian inevitables o conductas que no son propias de nuestra cultura.



He aquí una serie de casos experimentados que hemos requerido de una cierta peripecia y de gente que ha podido situarse en el contexto:



-Viajar en un autobús en Sri Lanka abarrotado en marcha y tener que dar la teta en marcha:





La conducción en Sri Lanka es una junto con la india de las más camicazes que hemos experimentado, y cuando vas acompañado de un ser de tres años que no es capaz de decidir las cosas te piensas más de una vez de subir o no durante nuestro viaje a la isla hicimos un total de 74 trayectos en autobús desde 10 minutos a trayectos de 10 horas…es la mejor forma de conocer la cultura y llegar a cualquier rincón del país ya que la amplia red de autobuses es capaz de abarcar cualquier punto situado en esta isla, hay una serie de peripecias que en nuestra cultura están consumadas :subir y salir en marcha, adelantamientos en curvas, competiciones entre autobuses, acelerones y frenazos bruscos, conducir de noche sin luces, utilizar el claxon extrafuerte constantemente con lo que supone para un pequeño ese ruido, gente apoyándose, el volumen de la música y parte de los portaequipajes ocupados por baffles de discoteca, ver como hay un precipicio imparable desde la ventana del autobús, como la gente sale del interior del autobús arrollando todo aquel que haya en su paso y demandando la parada a gritos, paradas cada 10 metros ya que cualquier punto que pase el autobús es una parada…..y con todas estas conformidades tu pequeño reclama la leche de su madre.



Para los menos osados decir que el tren es mucho más cómodo y eficaz donde llega.



Suerte que la gente en Sri Lanka es de lo más encantadora que hemos conocido!!! Y siempre que hemos subido a bordo de un autobús nos han hecho un hueco donde no había y hemos podido sentarnos





 aunque fuera encima del motor , encima de los equipajes encima de alguien!!





-Sacar la teta en un tuk tuk mientras esquiva el resto de elementos en pleno centro de Bangkok:

 esta ciudad altamente evolucionada es un autentico caos en cuanto a conducción y trafico, durante nuestras visitas a estas ciudad hemos decidido en más de una ocasión po optar ir andando que estar parados en plena retención, es sin duda la forma más eficaz de sortear estos obstáculos pero si ese momento tu pequeño te demanda en ese espacio tan pequeño con las mochilas encima hay que saciarlo como sea.!!





-Estar dentro del lugar más beato del mundo



En la aduana de cualquier país cuando tus manos están llenas de cosas y el agente aduanero te pone cara de poker:

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Dentro de un porta bebés y en una moto: la limitación de las personas dentro de una moto en mucho países no esta limitada sino por la capacidad o peripecia de llevar los máxima gente, nosotros solo hemos experimentado el ser tres personas y llevar la pequeña con el porta bebés adelante y dándole teta.



-Camuflarse en un país musulman

-.barca rapida 








LA OTRA CUBA VISTA POR UN BEBE

Cuba: mi primer viaje




Tenia 7 meses cuando mis padres decidieron viajar más allá de Europa, había estado por diferentes sitios de Europa y  una vez en las islas Canarias,  pese a mi dificultad de expresarme ya que con mi edad solo me manifestaba llorando, si hubiera podido decidir  ya hubiera viajado antes o más tarde…fue duro para mi madre ya que la demandaba continuamente con la teta y  mimos.

Para mis padres la preparación del viaje fue como otro más, mochila, primera noche de hotel y alguna crónica imprimada para tener una idea de donde íbamos…  aunque  esta vez tenía que ser un destino un poco más cómodo, seguro y con pocos desplazamientos.
Cuba tenia un poco en común estos aspectos así que buscamos la opción mejor y desde Madrid encontramos la más  barata, así que a bordo de la Cubana de Aviación aterrizamos aquel febrero de 2012…..
 

En La Habana capital nos hospedamos en una casa particular, era la casa de un médico y médica que tenían una habitación para alquilar, allí tienes la opción de cenar y desayunar…en Cuba el sistema de alojamientos esta  regulado por el gobierno, ellos limitan el número de habitaciones y el propietario paga una cantidad por cada inquilino que aloje, así es Cuba subordinado a un régimen publico, cualquier otro sistema no declarado se declara ilegal en este país así que cualquier invitación de residentes es vetada para el extranjero.
Otro sistema y más utilizado es  de la red de Resorts que existen en todo el país sobretodo en las zonas de playa y más turísticas, tristemente la imagen que tenemos a priori de Cuba es esta, junto a Fidel y los puros habanos. 
Incluso los extranjeros utilizan otra moneda diferente del peso nacional que es el utilizado por los nacionales y puedes comprar cualquier producto en la calle, así que para adentrarse en la sociedad Cubana es mejor utilizar su moneda..
Pizzas, fruta, Ron, pan y arroz son los pocos productos que encuentras en las zonas más rurales, pero es curioso que cuando cambias a la moneda turística llamada dólar o CUC la oferta culinaria y material es mucho más amplia.

En la casa de Miguel el médico fue donde probé por primera vez la piña, guayaba, papaya y malanga..Todo un lujo fruta madurada en el árbol de forma natural…..
Desde La Habana fuimos saltando al siguiente destino todo sobre la marcha, Trinidad ciudad colonial fuimos a visitar…ciudad me encantó por la música, playa y gente…la verdad que viajar con un bebé hace que viajes de otra forma si planes y se abren puertas que antes desconocíamos.


Viajar a Cuba sin organizar tiene el encanto de ver como vive la sociedad cubana envuelta en un castrismo enquistado en el tiempo y una gente que lo da todo.
Visitamos Viñales también en casas, ya que teníamos la intención de no visitar ninguna zona turística vetada a nacionales, desde allí si que fuimos a Cayo Levisa el cual solo se llega en barco, llegar allí fue romper con los esquemas acordados ya que éste si es una zona turística de la cual solo los extranjeros tienen acceso.
Al segundo día ya teníamos mas relación con los empleados que con el resto de extranjeros como nosotros que inundaba la zona.


Para mí fue una experiencia única: crema de calabaza y músic, ésto es lo que se me quedó en mi paladar y sentidos. 
Regresamos a Viñales, esta zona los paisajes son espectaculares y invitan a un  paseo, eso sí durante parte del día todo está custodiado por empleados públicos que te acompañan, para huir de ellos tuvimos que esperar a que marcharan y pasear libremente. 
Poco más  visitamos de Cuba, raro en mis padres que siempre hacían se recorrían los países de forma rápida pero así, con esta intensidad  nos integramos en su  música, en su gente, en su  comida….lástima que solo me recuerde de este país cuando veo las fotos…



OKINAWA EL TRÓPICO DE JAPÓN



Este viaje fue una decisión de última hora ya que tres días de  antes de volar no habíamos decidido nuestro destino: República dominicana, Japón, China, entre otros... La indecisión  era generada por  temas familiares, presupuesto, época del viaje y el destino...El resultado  fue un vuelo a Japón comprado a última hora, fuera de ruta turística pero con buena conexión desde Europa, así que finalmente fue la ciudad Okinawa, prefectura ubicada al sur del país y  prácticamente desconocida para nuestros oídos que luego resulto ser uno de los destinos nacionales más concurridos. Así que a tres días del viaje y con la poca información del itinerario hicimos las maletas, de echo después de haber viaja durante años esta preparación last minute es menos estresante incluso con niños, en este caso viajábamos yo con mi hija de cuatro años, habíamos viajado previamente los dos solos pero no a un destino tan lejano de casa, todo un reto para los tres incluso para su madre que tenía que quedarse por temas de enfermedad de su familia. Con dos escalas nos plantamos en la ciudad de destino: Naha, vestida al estilo Japonés: aglomerada por cantidad de gente como infraestructuras sobredimensionadas repletas de hormigón y acero, pero conviviendo a la vez con la diversidad de colores, consumismo, luces y ruido hacen que los sentidos de los  pequeños queden aferrados por tanto estímulo. Al día siguiente nos dirigimos al puerto de Naha para embarcar  a alguna de las islas Ryukyu que afloran en el mar y que, en la oficina de información turística del aeropuerto habíamos visto alguna información; Una vez en el puerto tratamos de superar las grandes colas de turistas nacionales que habían para sacar billete, nos situamos en la llamada cola de la isla Zamami, donde  el barco llegaba tras dos horas y a priori parecía una buena opción ya que la idea era recorrer otras islas .
Otra vez más elegir un destino de agua con buena temperatura permite que los peques disfruten con un bien que la naturaleza nos ha regalado y que pocas veces apreciamos y valoramos. Una vez en la isla te das cuenta de la estructura nipona un gran puerto refugiado tras obras de ingeniería de protección frente a desastres naturales y un centro habitado concentrado, era allí donde se encuentran la mayoría de alojamientos, en nuestro caso era una especie de casitas con una cocina comunitaria, así para comer a nuestro gusto y horarios era la mejor opción, decir que en la isla hay una gran oferta gastronómica y un supermercado donde encontrar infinidad de artilugios asiáticos. En esta isla decir que la gente local solo se baña en zonas habilitadas y en horario que hay personal de salvamento operativo, decir que solo hay dos playas en toda la isla que cumplen estos requisitos: una la playa de  Ama situada a media hora andando del centro donde es fácil ver a una de las tortugas que nadan y se alimentan en esta zona, y nosotros tuvimos la ocasión de hacer snorkeling allí y poder ver como una tortuga nadaba y se alimentaba por nuestro alrededor, para  mi hija fue una experiencia única primero porque aquí aprendió a utilizar gafas y tubo a la vez que nadaba y tenía una visión submarina con los ojos abiertos.
 
La otra playa habilitada es  Furuzamami situada a una media  andando por una carretera empinada en la que llevar a un niño de 16 kilos en la espalda o tirando de una carro como era mi caso no era muy práctico, esta era la playa más turística de la isla y durante las horas punta se llenaban de autobuses procedentes del puerto con centenares de nipones embutidos dentro de sus neoprenos completos, grandes sombreros, gafas de gran protección solar, sombrillas y el poco cuerpo descubierto repletos de crema como si fueran pasteles de nata, nosotros fruto del jetlag llegábamos a la hora de comer y había un poco de descanso y cuando a las cuatro de la tarde desparecía el servicio de socorrista, cerraba el bar y el alquiler de artilugios de playa todo el mundo huía para ser transportados al lugar de donde venían.
 

A parte de playas encontramos algún parque infantil muy completo en el que se podía ir cuando el sol ya no estaba presente ya que a las cinco ya no había luz solar. Vale la pena conocer alguna de las islas desiertas que rodean a ésta en el que una barca taxi te puede llevar y quedar a una hora para que te recoja, nosotros visitamos las islas de Kahi y Agesnashiku, islas diminutas con excelente coral y playas de arena finísima.Desde Zamami nos dirigimos a la isla de Aka , cercana a la anterior y conectada por barco a quince minutos. Es una de las tres islas que están conectadas entre sí por puentes sobredimensionados, las islas son Aka, Garuma y Fukaji respectivamente, en  la última solo se encuentra el pequeño aeropuerto de Kerama. 

Estas islas poseen un tamaño pequeño y son visitables a pie o andando, la isla mayor Aka es la que posee el mayor puerto y donde están ubicados la mayoría de alojamientos, a diferencia de Zamami esta es mucho más reducida en tamaño siendo la oferta de restauración y hospedaje muy limitado con lo cual el oleaje de turistas es muy inferior, la única playa balizada se llama Kitahama Beach como en el caso de todas las islas estaba alejada de toda infraestructura posible  de acceso a unos veinte minutos a pie. En esta isla mi hija disfrutó de los atardeceres cuando gran cantidad de ciervos inundaban toda la isla, se acercaban a cualquier pasto incluso a orillas del mar y se hacían visibles bajo la luz lunar o con la ayuda de una linterna, otra experiencia fue de estar en la playa hasta que todo el mundo se marchaba y contemplar la puesta de sol, jugar con los cangrejos en la arena, ducharnos en las duchas/ lavabos que abundan en cualquier lugar del país  que con el crepúsculo se inundaban con toda clase de insectos, arácnidos y otros que empezaban a mostrar su actividad aletargada por el día. Pasamos mucho tiempo jugando en  un gran parque infantil junto al puerto en el con la puesta de sol acudían gran cantidad de ciervos para alimentarse de cualquier zona verde. Con la ayuda de una bicicleta también nos recorrimos todos los rincones de las tres islas conectadas y esquivando toda clase de animales a nuestro paso. Todas estas experiencias y más hicieron pasar estos días en la mejor serie de dibujos del mundo: la observación de todo el alrededor continuamente con sus propios ojos.

La gente que nos rodeó en todo momento era japonesa y la verdad que nos hicieron sentir como en casa excepto en la comida ya que mi hija solo se alimentó de una pequeña tienda y un pequeño bar que cerraba  a las 4 de la tarde, es lo único que encontramos en toda la isla. 

Al intentar salir de Aka hubo un aviso de posible tsunami provocado por un seísmo localizado  en pleno pacífico cerca de la costa Chilena por lo que provocó la anulación de todo sistema de transporte marítimo tanto de mercancías como de pasajeros...fue como devolver al mar su estado virgen y puro a la vez que en la tierra los efectos en los suministros se hacían notar, el único supermercado estaba completamente vacío de alimentos más frescos y otros productos. Reservando sobre la marcha  nos dificultó mucho ya que la previsión del turismo local hace que las reservas de los sitios estén solicitadas desde mucho antes de ir, con esto tuvimos que reservar varios días hasta que nos tocó elegir entre dormir en la playa o volver a la ciudad cosa que hicimos, no creo que con mi hija con cuatro años valía la pena.
Ver la capacidad de previsión de los Nipones que tienen frente a desastres naturales y como alarmarse ante situaciones aparentemente normales es la respuesta de esta cultura tan previsora como eficiente. Al día siguiente de normalizó la situación y  ya los cargueros ya traían provisiones y los barcos de pasajeros a montones de japoneses ansiosos por ametrallar todos los paisajes con sus imponentes cámaras. Ese día aprovechamos ya que estábamos en plena festividad nacional y en la isla ya no había alojamiento disponible y los billetes de barcos para días posteriores estaban vendidos desde hacía meses, después de estar un total de dos semanas en las islas, equivalente al total de las vacaciones que la sociedad japonesa la dedican para ver todo un país.

El ferry nos devolvió a la isla de Okinawa concretamente al puerto de Naha, ciudad más imponente de la zona con un puerto espectacular repleto espigones de protección que sobresalen en el mar, colas de nacionales intentando encontrar algún barco disponible y una ciudad repleta de turismo con todos los hoteles reservados en plena festividad de Tsukimi (contemplación de la luna).Encontramos un vehículo de alquiler en una de las agencias que ofertan alquileres en el aeropuerto de Naha, bien conectado con el resto de ciudad por un monorraíl aéreo que se pasea por toda la ciudad, allí en el aeropuerto aprovechamos para llamar a casa ya que fue el único sitio que encontramos un teléfono público capaz de traspasar las fronteras niponas, otra vez gracias al viajar con un niño pequeño nos dio resultado ya que el carnet internacional que nos exigían para el alquiler estaba caducado desde hacía 9 años, tener un carnet que dure un año es absurdo después de intentar dialogar con nuestros ingleses mediocres  acabamos dando pena y salimos por la puerta con un coche automático, volante al revés y un GPS que nunca había utilizado que cada diez metros daba un mensaje en Japonés, la chica de la empresa de renting se desvivió por ofrecernos cualquier tipo de ayuda antes de partir pero los datos de nuestro destino introducido por ella nos llevó a una calle situada a unos 200 metros repitiendo constantemente mensajes, la solución primitiva fue apagar todos los sistemas de alarma y voz posibles y poder concentrarme en nuestro destino curiosamente la gente aquí utiliza un código que una vez se introduce en el GPS y solo con seguir las ordenes te llevan a tu destino, pero en mi caso no funcionó.
 
La isla de Sesoko era nuestro destino ubicado a unos 200 kilómetros de Naha dirección norte, la conexión entre la isla se basa en una autopista que abarca la mitad de la isla y una red de carreteras infestadas de vehículos. He de reconocer que llegar no fue una experiencia agradable desde encontrar la salida correcta en dirección norte, encontrar la carretera que teníamos señalada en el mapa, la entrada de la autopista, encontrar y reconocer entre los carteles japoneses los desvíos acertados y el nerviosismo contagiado a una niña de 4 años ante esta situación no hicieron de la conducción un efecto placebo. El hotel que habíamos encontrado estaba ubicado en la isla llamada Sesoko separada de tierra por un majestuoso puente, aquí nos quedamos unos días pudimos visitar lugares solo visitados por nacionales, comer comida típica local y perdernos con el automóvil por la infinidad de carreteras desiertas que hay en esta parte de la isla. En esta zona visitamos el  Acuario Churaumi, unos de los más grandes de Japón, imponente para los más pequeños ya que entre todas las ofertas que presenta es un piscina para tocar diferentes especies de estrellas de mar, detrás de un acuario tan majestuoso como éste esconde la vida de muchos animales que han visto privada su libertad y se dedican a exhibirse detrás de un cristal, hay que valorar si la emoción de los pequeños es superior a la situación de éstos animales exhibidos, lo mejor de esto será los positivas impresiones impregnadas en su memoria de que su madurez racional le hagan evitar visitar lugares como éste, Incluir que aparte de los animales exhibidos hay un gran número de estos que disponen de un plan de recuperación y el objetivo de su estancia en este lugar es el de crecer y ser liberados en su hábitat. Hay que destacar la infinidad de atracciones que rodean este acuario,  por ejemplo la cantidad de parques infantiles distribuidos por edades con infinidad de carteles para que los pequeños estén ocupados leyendo, aspersores de agua en el suelo o figuras en forma de muñecos que están  elevadas y que cada cierto tiempo  escupen agua combatiendo así las elevadas temperaturas diurnas.
 
 

 


 Este viaje ya se acababa 23 días habían pasado desde que llegamos, el reto de estar sin la mama tanto tiempo ya había pasado ahora nos tocaba volver a casa, tras volar en tres aviones, ultrapasar ocho husos horarios y poder asimilar todo lo vivido y viajado estábamos otra vez en casa alegrándonos de poder estar todos juntos otra vez.




































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